jueves, 17 de enero de 2013

Intervenciones en los problemas de memoria



Memoria y envejecimiento.
 



La memoria es una capacidad que sufre mermas con el paso de los años. Esta es una afirmación que se sostiene tanto a partir de los datos que ofrecen estudios comparativos (en distintos grupos de edad), de la opinión generalizada de la sociedad en su conjunto y de la propia aseveración de los mayores de 65 años como directamente afectados por el problema.

A partir de los 65 años suelen producirse deterioros en la memoria, aunque bien es cierto que las personas de edad avanzada podían aprender cosas nuevas y, por tanto, esos déficit no son como irreversibles. Las personas que informan del padecimiento de problemas de memoria reconocen que éste es uno de los aspectos que les produce un mayor grado de conflictividad y para los que no encuentran fácil solución. Así, situaciones tales como no recordar el nombre de alguien con quien hablan o la necesidad de la comprobación constante de la apertura o del cierre de la llave del gas, por poner dos de los ejemplos más citados, se convierten en una fuente de problemas para estas personas que, implícitamente, están demandando soluciones que les ayuden a paliar las consecuencias. También suele suceder que las personas mayores de 65 años son más sensibles y, por tanto, dan más importancia y padecen más a los fallos de memoria que los jóvenes.

"Archivo de lo pasado, lucimiento del presente y único consuelo de la vejez, la memoria es el don más preciado y maravilloso de la vida..." Por desdicha nuestra, tan preciosa propiedad del cerebro flaquea lamentablemente en la senectud. La memoria sufre sorprendentes mutilaciones, que disminuyen nuestra capacidad mental y paralizan los esfuerzos de interacción y expresión.

Sin embargo, "el anciano podrá, si trabaja, alcanzar, en un tema estudiado con cariño, un rendimiento casi tan bueno como el conseguido por alguien joven o maduro. Todo es cuestión de tiempo, interés y pasión". Quien escribió las anteriores palabras era un hombre de 80 años. Bien es cierto que no un hombre corriente de 80 años. Esas palabras fueron escritas por Santiago Ramón y Cajal y en ellas están contenidas dos de las ideas fundamentales sobre las que gravita la acción contra la amnesia en los mayores.

Las alteraciones de la memoria relacionadas con la edad y la posibilidad de mejorar el funcionamiento de la memoria y el rendimiento de las personas mayores no sólo afectan a las tareas relativas al funcionamiento intelectual en abstracto, sino también están relacionadas con las actividades concretas de la vida diaria.

Ahora bien, frente a los problemas de memoria relacionados con procesos degenerativos, síndrome de Korsakoff o directamente relacionados con el padecimiento de demencias, aquí nos referimos sobre la pérdida "benigna" de memoria que ha recibido el nombre de alteración de la memoria asociada a la edad, que no afecta a más 30% de la capacidad mnésica de los mayores de 75 años y que, aun teniendo repercusiones en la actividad cotidiana, no llega a provocar situaciones invalidantes.

Que la memoria es entrenable es un hecho que no admite discusión. Ahora bien, va a hacer falta algo más que el interés y la pasión recogidos en la cita de don Santiago Ramón y Cajal. Desde luego, el trabajo y el tiempo son necesarios pero, además, se precisan intervenciones rigurosas y sistemáticas desde un punto de vista técnico. La psicología ha desarrollado procedimientos, técnicas y paquetes de entrenamiento estructurados en programas que, normalmente, de manera modular interviene sobre aspectos específicos de la memoria de las personas mayores.

El avance de la investigación ha permitido, por un lado, conocer qué de realidad hay en relación al deterioro de la memoria y, por otro, qué se puede hacer en relación a su mejora. Existe un amplio desarrollo de procedimientos, técnicas y programas de intervención específicos.

Intervenciones en los problemas de memoria



Memoria y envejecimiento.
 



La memoria es una capacidad que sufre mermas con el paso de los años. Esta es una afirmación que se sostiene tanto a partir de los datos que ofrecen estudios comparativos (en distintos grupos de edad), de la opinión generalizada de la sociedad en su conjunto y de la propia aseveración de los mayores de 65 años como directamente afectados por el problema.

A partir de los 65 años suelen producirse deterioros en la memoria, aunque bien es cierto que las personas de edad avanzada podían aprender cosas nuevas y, por tanto, esos déficit no son como irreversibles. Las personas que informan del padecimiento de problemas de memoria reconocen que éste es uno de los aspectos que les produce un mayor grado de conflictividad y para los que no encuentran fácil solución. Así, situaciones tales como no recordar el nombre de alguien con quien hablan o la necesidad de la comprobación constante de la apertura o del cierre de la llave del gas, por poner dos de los ejemplos más citados, se convierten en una fuente de problemas para estas personas que, implícitamente, están demandando soluciones que les ayuden a paliar las consecuencias. También suele suceder que las personas mayores de 65 años son más sensibles y, por tanto, dan más importancia y padecen más a los fallos de memoria que los jóvenes.

"Archivo de lo pasado, lucimiento del presente y único consuelo de la vejez, la memoria es el don más preciado y maravilloso de la vida..." Por desdicha nuestra, tan preciosa propiedad del cerebro flaquea lamentablemente en la senectud. La memoria sufre sorprendentes mutilaciones, que disminuyen nuestra capacidad mental y paralizan los esfuerzos de interacción y expresión.

Sin embargo, "el anciano podrá, si trabaja, alcanzar, en un tema estudiado con cariño, un rendimiento casi tan bueno como el conseguido por alguien joven o maduro. Todo es cuestión de tiempo, interés y pasión". Quien escribió las anteriores palabras era un hombre de 80 años. Bien es cierto que no un hombre corriente de 80 años. Esas palabras fueron escritas por Santiago Ramón y Cajal y en ellas están contenidas dos de las ideas fundamentales sobre las que gravita la acción contra la amnesia en los mayores.

Las alteraciones de la memoria relacionadas con la edad y la posibilidad de mejorar el funcionamiento de la memoria y el rendimiento de las personas mayores no sólo afectan a las tareas relativas al funcionamiento intelectual en abstracto, sino también están relacionadas con las actividades concretas de la vida diaria.

Ahora bien, frente a los problemas de memoria relacionados con procesos degenerativos, síndrome de Korsakoff o directamente relacionados con el padecimiento de demencias, aquí nos referimos sobre la pérdida "benigna" de memoria que ha recibido el nombre de alteración de la memoria asociada a la edad, que no afecta a más 30% de la capacidad mnésica de los mayores de 75 años y que, aun teniendo repercusiones en la actividad cotidiana, no llega a provocar situaciones invalidantes.

Que la memoria es entrenable es un hecho que no admite discusión. Ahora bien, va a hacer falta algo más que el interés y la pasión recogidos en la cita de don Santiago Ramón y Cajal. Desde luego, el trabajo y el tiempo son necesarios pero, además, se precisan intervenciones rigurosas y sistemáticas desde un punto de vista técnico. La psicología ha desarrollado procedimientos, técnicas y paquetes de entrenamiento estructurados en programas que, normalmente, de manera modular interviene sobre aspectos específicos de la memoria de las personas mayores.

El avance de la investigación ha permitido, por un lado, conocer qué de realidad hay en relación al deterioro de la memoria y, por otro, qué se puede hacer en relación a su mejora. Existe un amplio desarrollo de procedimientos, técnicas y programas de intervención específicos.

miércoles, 16 de enero de 2013

Tercer capitulo


La mejor manera de fijar o cambiar una conducta es con refuerzos. Y la mayoría de los problemas de memoria, se deben a falta de atención.
Qué hacer:
1º-En este primer momento va a necesitar tu ayuda, tendrás que ocuparte de hacer el entrenamiento con él.
2º-Cada vez que venga del colegio pídele los deberes. Cuando los haya terminado, deberá colocarlos en su cartera cerca de la puerta de la salida de la casa. Para que antes de ir al colegio los coja. Siempre en el mismo sitio.
3º- Cada vez que haya entregado los deberes en el colegio, y tu lo compruebes le pondrás un punto positivo, en una gráfica que habrás colocado en su cuarto, para que el niño pueda ir viendo la evolución y se estimule.
4º-Los puntos acumulados por cada semana, supondrán para él un pequeño premio, que previamente habréis pactado juntos, como ver un poco más de tele, jugar un rato más, leerle un cuento por la noche, aumentarle la paga, comer algo que le guste mucho, etc. Si al cabo de un mes ha conseguido no fallar una sola semana, entonces como premio, organizas para tu hijo un gran revuelo, es decir le potencias mucho y le das como premio algo que sabes que le gusta mucho. Como ir al parque de atracciones, invitar unos amiguitos en casa, alquilarle un video, llevarle a comprar chucherías, llevarle al fútbol......etc. 


5º-Habla con su maestra y explícale, que estás poniendo todo lo que puedes de tu parte para superar el problema que tiene tu hijo, y que por favor te ayude. Puede estar un poco más pendiente del niño, cambiarle a la parte de delante en la clase, darle alguna responsabilidad. Después de un mes vuelve a hablar con ella para ver como ha ido evolucionando el niño.
6º-Con un poco de paciencia, interés, dedicación, apoyo y mucho cariño verás como va superando tu hijo todo esto.

Segundo capitulo

a Memoria en los Niños Presentation Transcript

  • LA MEMORIA EN LOS NIÑOS
  • CONCEPTOS: La memoria nos posibilita recordar nuestro pasado, si ella la vida seria una serie de encuentros sin sentido. La memoria es imprescindible en el proceso de aprendizaje La memoria es un proceso muy complejo que abarca lo neurológico, lo psíquico, y lo cognitivo.
  • Si creemos que los bebés no tienen memoria porque nosotros no nos acordamos de cosas que sucedieron cuando éramos bebés, estamos equivocados; los bebés sí tienen memoria, sólo que es diferente a la memoria que se tiene en edad adulta.
  • Las células nerviosas que activan la memoria ya están desarrolladas antes de nacer (tercer trimestre de gestación). Desde recién nacidos los bebés pueden recordar, un ejemplo de ello es que reconocen la voz o los besos de mamá y familiares cercanos, pero como aún les falta desarrollar la conciencia del tiempo y contexto, no pueden catalogar sus recuerdos; así recordarán la voz o los besos de mamá pero no podrán determinar dónde y cuando la escucharon (memoria inconsciente)
  • CLASIFICACIÒN DE LA MEMORIA : Memoria a Corto Plazo.- Esta se subdivide en: Memoria Inmediata .- La información permanece aquí por un periodo muy corto de tiempo.
  • 6. Memoria de Trabajo.- Es donde podemos reunir, separar, o trabajar sobre las ideas para almacenarlas en algún otro lugar. Solo se puede manejar pequeñas cantidades de información.
  •  MEMORIA A LARGO PLAZO Funciona como un sistema dinámico interactivo que cataloga y archiva la información en distintos grupos o niveles. Esta organización es la que nos permite recuperar con facilidad la información que tenemos almacenada. Se divide en:
  •  Memoria Episòdica: Guarda los datos de lo acontecido en un tiempo y espacio determinado.
  •  Memoria Semàntica.- Se refiere a la memoria general, los hechos relacionados con el mundo, las reglas de la lógica, tablas de multiplicar, entre otros.
  • Memoria Procedural o Procedimental.- Es la memoria para habilidades y hábitos. Es el recordar como, se refieren tanto a los procedimientos motores como cognitivos.
  • La Memoria en los recién nacidos Memoria de reconocimiento, reaccionando ante olores, sonidos, cosas que ve. Aún no tiene memoria de corto plazo, no podrá recordar algo que vio antes.
  • Con el pasar de los días y las semanas se establece una rutina del día a día, con ello verá cosas y personas recurrentes, con lo que comenzará a desarrollar la memoria a corto plazo. La memoria cambia a medida que se desarrolla la mente de los niños. Ciertas habilidades están relacionadas con la edad.
  • A los 3 meses: La mayoría de los bebés además, pueden imitar acciones. reconocen móviles, juguetes y objetos corrientes por medio de la memoria. Pueden recordar durante el tiempo suficiente como para distinguir los objetos que ya conocen de los desconocidos, y pueden imitar acciones.
  • La memoria a partir de los 6 meses Comienza a tener memoria a corto plazo, reconoce a personas cercanas a ellos (padres, hermanos, familiares, niñera, amigos, etc.), luego cuando la adquiera podrá además realizar rutinas básicas y entender algunas palabras.
  • Relación causa-efecto: cuando nos ven armando el cochecito saben que vendrá un paseo al aire libre, si presionan un botón de su gimnasio saben que oirán música, comienzan a relacionar palabras con las cosas, etc. Aún no se tiene claro si tiene memoria consciente, puesto que el bebé no habla y no puede demostrarlo.
  • De 8 a 12 meses: Los bebés pueden contemplar máscaras y reconocer aquellas que se asemejan a los rostros humanos, demostrando así que pueden retener información en la mente y compararla con la nueva. A esta edad comienzan a demostrar temor a las personas y objetos desconocidos porque saben que son diferentes. También pueden recordar dónde se encuentra un juguete oculto; ésta es una señal de que el desarrollo mental está guiando el desarrollo de la memoria.
  • 17. La Memoria a partir de los 12 meses A partir de los 12 meses los niños lpueden recordar mucho más debido a que ya comienzan a tener ciertas habilidades de lenguaje.
  • 18. Ya cuenta con una memoria explícita puede demostrarlo hablando y con sus actos. Reconocer lugares recurrentes: la casa de los abuelos, los juegos del centro comercial, las clases de estimulación temprana, etc, y nos podremos dar cuenta de ello porque dirán alguna palabra para demostrárnoslo.
  • 19. La Memoria a partir de los 24 meses A partir de los 24 meses: cuando ya hablan la memoria de los niños pasan de ser media inconsciente a totalmente consciente: Pueden recordar muchas palabras, ya cuentan con un vocabulario extenso (nombres de personas, objetos, colores, formas, algunas instrucciones, etc).
  •  A los dos años, los niños tienen una tendencia natural a emplear el "ensayo", repitiendo cosas que desean recordar. Años preescolares: La "memoria eidética", es decir, la capacidad de retener una imagen visual en la memoria de corto plazo, es al principio más potente que la memoria verbal, pero disminuye a medida que el niño aprende a usar palabras.
  • Comienzan a recordar frases que escuchan decir a los demás y las utilizan para tratar de comunicarse. Ya puede expresar sus sentimientos básicos, contar algo que le pasó.
  • La Memoria a partir de los 3 años El niño ya cuenta con una memoria consciente desarrollada, lo cual le permitirá poder recordar alguna cosa o evento importante para él hasta la edad adulta.
  • A los seis años los niños comienzan a comprender que existen motivos para recordar cosas y desarrollan estrategias. Instintivamente ensayan, y a los siete años deben ser capaces de ver modelos y organizar grupos de cosas que deben ser recordadas. También deben poder recordar y volver a contar una historia, manteniendo un orden razonable respecto de los acontecimientos que en ella se narran. También debe aumentar la capacidad de concentrarse en lo importante de un tema, pero los niños que tienen problemas de atención siguen absorbiendo tanta información incidental, que tienen dificultades para desarrollar lo que realmente importa. A los diez años, la mayoría de los niños a quienes se les muestran doce ilustraciones, pueden recordar ocho y reconocer las doce.
  • Adolescencia: Es la edad en que se efectúan conexiones entre distintos temas e ideas. La memoria se convierte en un mecanismo de pensamiento abstracto, a medida que el adolescente aprende a recordar dos o más elementos de información y los retiene en la mente mientras evalúa nuevas ideas. Cuanto mejor encajan las cosas, mejor funciona la memoria. Si el niño no ha tenido una buena base para comprender el material que le ofrece la escuela.
  •  Los adolescentes deben recordar, como el adulto, siete elementos con la memoria de corto plazo y deben saber emplear numerosas estrategias para memorizar cantidades mayores. Pueden distinguir entre reconocimiento y recuerdo cuando estudian para sus exámenes, siempre que alguien les haya explicado la diferencia que existe entre ambos.
  • A través del juego se estimula la memoria de corto plazo, visual, auditiva y motriz. Permite que el niño se convierta por momentos en el "maestro", para que la situación no se torne unilateral. Hay que enseñar a los niños a emplear el lenguaje para ayudarse a recordar. Hacer que el niño vuelva a contar cuentos o relate acontecimientos con sus propias palabras es una manera eficaz de lograr que esa información ingrese en la memoria de largo plazo.

Primer Capitulo

¿Cómo se pueden detectar los problemas de Memoria Operativa en el Aula de Clase?



En el artículo anterior se hizo una revisión sobre la importancia de la memoria operativa para el aprendizaje escolar, permitiendo la realización exitosa de las experiencias de aprendizaje que se proponen en el aula de clase.  Anteriormente también se había hecho una revisión de la relación entre los trastornos en el aprendizaje y la memoria operativa en la que se evidencia que los niños con dificultades escolares tienden a tener limitaciones en la memoria operativa; igualmente, cuando un niño presenta una baja capacidad en la memoria operativa, la probabilidad de presentar un problema en el aprendizaje escolar es mayor.  Los problemas de aprendizaje asociados con una pobre memoria operativa son sustanciales y en algunos casos son tan severos que requieren de educación especial.  Como ya se ha visto, muchos estudios han mostrado que una pobre memoria operativa es una característica de niños con trastornos en el aprendizaje tanto en lecto-escritura como en matemáticas.
Teniendo esto en cuenta, es importante que los maestros puedan detectar los niños con limitaciones en la memoria operativa en el aula de clase con el fin de determinar la manera como pueden diferenciar el trabajo académico de acuerdo con sus necesidades. El presente artículo presentará la manera como las dificultades en esta área de la cognición humana se manifiestan dentro del medio escolar. El objetivo es dar una guía a los maestros para que puedan detectar, sin la necesidad de evaluaciones formales, los niños que puedan tener dificultades en el aprendizaje como consecuencia de una pobre memoria operativa.  Comprender las necesidades particulares que enfrentan los niños y la razón de su pobre progreso en el aprendizaje es un paso necesario para poder apoyarlos eficazmente y mejorar los resultados de su aprendizaje. En un próximo artículo se revisará la manera como se pueden adaptar las actividades en el aula con el fin de favorecer el aprendizaje de los niños con una baja capacidad de memoria operativa.
Los niños con limitaciones en la memoria operativa presentan dificultades en los siguientes comportamientos en el aula  de clase, los cuales se elaborarán posteriormente:
  1. Su progreso académico es lento
  2. Olvidan las instrucciones
  3. Fallan en la realización de actividades que exigen almacenamiento y procesamiento simultáneo
  4. Se pierden en el ejecución de tareas complejas
  5. No retienen los aprendizajes a largo plazo
  6. Participan poco en clase
  7. Simplifican las tareas utilizando mecanismos automatizados
  8. No monitorean el trabajo académico
  9. Parecen presentar problemas atencionales
1. Pobre progreso académico
Es muy probable que un niño con pobre memoria operativa tenga problemas con el aprendizaje académico.  Como ya se ha revisadoen artículos anteriores, las investigaciones muestran que la mayoría de los niños que sacan puntajes muy bajos en las pruebas de memoria operativa presentan problemas académicos, tanto en lecto-escritura como en matemáticas, desde sus primeros años de escolaridad formal.  La pobre memoria operativa, por lo tanto, pone al niño en alto riesgo de tener limitaciones en su progreso académico.  El pobre progreso académico de estos niños se debe, en gran parte, porque no pueden enfrentar las demandas de memoria operativa de muchas de las actividades del aula que se han diseñado para ayudarles a aprender.  Esto lleva a frecuentes fallas en muchos de los episodios que les debe proveer con nuevas oportunidades de aprendizaje y resulta en un ritmo de aprendizaje lento o desigual, el cual es mayor en las áreas académicas como lecto-escritura y matemáticas, las cuales imponen altas cargas a la memoria operativa.
2. Olvido de las instrucciones
Instrucciones por miss uneasy
A lo largo del día el maestro necesita comunicarse eficazmente con sus alumnos sobre lo que se debe hacer, por quién, de qué manera y en qué orden.  A veces las instrucciones involucran el manejo de los niños y de sus materiales de trabajo.  Otras instrucciones se relacionan con la secuencia de acciones en una actividad de aprendizaje.   Algunas consignas proveen información crucial que es intrínseca a una actividad en particular, y que involucra la preservación de muchos  detalles para tener un desempeño acertado.  Este tipo de instrucciones impone cargas de memoria operativa que son significativas y por eso uno de los problemas más consistentes que enfrentan los niños con una pobre memoria operativa es la dificultad para seguir las instrucciones del maestro en el aula.  Con frecuencia a los niños se les olvida el contenido de las consignas, en especial cuando son largas y no representan una rutina establecida en el aula de clase, y una vez se han perdido no se pueden recuperar a menos que alguien se las recuerde.  Como consecuencia, estos niños presentan fallas para procesar estas instrucciones de manera adecuada, lo cual puede explicar las dificultades que experimentan para comprender la estructura de muchas actividades en el aula, evitando la continuación con la actividad que se está realizando en el aula de manera apropiada.  Como consecuencia se pierde una oportunidad para el aprendizaje.
3. Fallas en la realización de actividades que exigen almacenamiento y procesamiento simultáneo
Los niños frecuentemente fallan para afrontar las demandas de muchas actividades de aprendizaje en las que tienen que mantener algo en la mente mientras hacen algo más que es mentalmente desafiante y que demanda atención.  Este malabarismo mental que requiere combinar almacenamiento con una actividad mental que requiere esfuerzo demanda mucha memoria operativa.  Cuando los niños tienen una pobre capacidad de memoria operativa se les dificulta realizar actividades estructuradas cuya terminación exitosa exige involucrarse en un procesamiento mental relativamente exigente mientras necesitan mantener almacenada información.
Foto por Tallanes
En matemáticas, por ejemplo, presentan fallas en la aritmética mental.  También se les dificulta utilizar de manera apropiada el material manipulable diseñado para facilitar la comprensión y el dominio del cálculo aritmético, como los bloques multibase de Dienes; ellos prefieren usar objetos o los dedos para contar.  Esto sucede porque el uso de estos materiales impone una mayor carga a la memoria operativa debido a que tienen que retener en la memoria el valor que representan los diferentes bloques y los pasos que han realizado con ellos mientras ejecutan la operación.  Igualmente, se les dificulta realizar algoritmos ya que ellos requieren de la recuperación de las combinaciones numéricas básicas y el seguimiento apropiado de los pasos para su ejecución al mismo tiempo que los resuelven.
En el área de lenguaje, las tareas que requieren comprensión y expresión tanto oral como escrita también imponen demandas significativas de procesamiento (análisis y comprensión del lenguaje) en conjunto con el almacenamiento en la memoria.  Recordemos que al escuchar o al leer hay que mantener información en la memoria mientras se hacen las conexiones necesarias para una adecuada comprensión.
Estas tareas comparten la característica de imponer demandas significativas de procesamiento al mismo tiempo que se crea una carga de memoria.  Las cargas de memoria no parecen ser significativas, pero el combinar el almacenamiento con las demandas de procesamiento parece ser lo que lleva a que el niño falle en la realización de la tarea.
4. Perderse en la ejecución de tareas complejas
Los niños con una pobre memoria operativa con frecuencia tienen problemas para hacer un seguimiento de su progreso en una actividad en particular.  Esto puede llevar, por ejemplo, a que los textos que escriben tengan poca coherencia.  Para que un escrito tenga sentido, es necesario mantener en la memoria el plan de escritura, lo que ya se ha redactado y lo que falta por apuntar mientras se escribe.  Además, tienen que hacer un seguimiento del lugar en que se encuentran dentro del texto mientras escribe.  Es posible que a estos niños se les olvide el orden de los pasos de lo que está escribiendo después de ejecutar el primero y luego el texto no es coherente.  También es posible que pierdan su posición dentro de la oración, lo cual resulta en omisiones y repeticiones de palabras (cuando el niño olvida si ya ha escrito la palabra o no), adiciones de palabras que no eran parte de la oración que iba a escribir y con frecuencia el abandono de la tarea.
Aún actividades, que para los adultos parecen simples, como la copia del tablero, en la cual presentan errores, pueden ser muyexigentes para algunos niños. Debido a sus fallas en la memoria operativa, estos niños tienden a escribir letra por letra en vez de hacerlo por palabras o por secciones de texto porque no alcanzan a almacenar más información mientras escriben y presentan errores como omisiones o repeticiones de palabras o partes de palabras.  Los niños con pobre capacidad de memoria operativa no sólo tienen que recordar su lugar en la secuencia de palabras sino también la secuencia de letras dentro de una palabra y como consecuencia pierden su lugar en el texto que está copiando.  Por este motivo, estos niños están trabajando en una tarea más compleja (tres niveles de unidad – letra, palabra y oración) que los niños con mayor habilidad para quienes la tarea se reduce a dos niveles (palabra y oración), imponiéndoles una mayor carga al seguimiento de la tarea.
5. Problemas para retener los aprendizajes a largo plazo
Un niño con limitaciones en la memoria operativa también presenta fallas para almacenar experiencias e información en la memoria a largo plazo.  Con frecuencia el niño olvida lo que ha vivido y aprendido en una actividad previa en su vida escolar.  Cuando un niño olvida las experiencias previas de aprendizaje, se le va a dificultar integrar los nuevos contenidos de diferentes modalidades y de diferentes dominios de representación para hacer conexiones relevantes.  Cuando esto sucede, la construcción del aprendizaje a largo plazo se afecta.
6. Pobre participación en clase
Los niños con limitaciones en la memoria operativa se muestran reservados en las discusiones que se llevan a cabo en la clase, rara vez participan voluntariamente o no responden cuando el maestro hace una pregunta al grupo, aunque por lo general tienen relaciones sociales normales con sus pares y en ocasiones son extrovertidos en relaciones sociales informales.  Además, en ocasiones levantan la mano para participar en clase, pero cuando el maestro les da la palabra se quedan callados porque han olvidado lo que querían decir o dicen algo que no es relevante.  Por ejemplo, cuando los maestros hacen preguntas sobre las actividades que han realizado recientemente como parte de las discusiones, su pobre memoria de las experiencias y el olvido de información hacen que no participen de manera activa en clase o lo hagan de manera inapropiada.
7. Tendencia a simplificar la tarea utilizando mecanismos automatizados
Estos niños prefieren simplificar las tareas cuando les es posible y utilizan estrategias o mecanismos que tienen automatizados.  Por ejemplo, como se anotó anteriormente, prefieren contar objetos o con los dedos en vez de utilizar material manipulable que exige mayor carga de almacenamiento y procesamiento.  En la práctica de la ortografía prefieren copiar las palabras mientras las están viendo y no utilizan otras estrategias que les ha enseñado el maestro.  Esta tendencia a simplificar las tareas mediante el uso de mecanismos automatizados reduce  los beneficios adicionales asociados con la actividad de aprendizaje específica, y también refleja la evitación del niño a situaciones en que puedan perderse en la jerarquía de las tareas.  Paradójicamente, las consecuencias para al niño aumentan en vez de reducirse, haciendo más lento su ritmo de aprendizaje.
8. Dificultad para monitorear el trabajo académico
Los maestros de la mayoría de los niños con una pobre memoria operativa consideran que ellos tienen dificultades para monitorear la calidad de su trabajo.  Con frecuencia no revisan su trabajo para corregir sus errores, cometen errores que parecen reflejar descuido, presentan trabajos desorganizados y sucios, con pobre organización de sus escritos.  Esto se debe, en primer lugar, a que su nivel académico tiende a ser muy bajo.  El trabajo producido por un niño que tiene dificultades para aprender va a ser de una calidad inferior a la esperada para el grado que está cursando, con una mayor cantidad de errores.  En segundo lugar, los problemas para monitorear el trabajo pueden deberse a que se les olvida información crucial necesaria para guiar la tarea hasta completarla.  Para poder revisar su trabajo se requiere que el niño compare lo que ha hecho con la instrucción original, que muy probablemente ha olvidado.  Como se anotó anteriormente, recordar y seguir instrucciones representa uno de los mayores desafíos que los niños con una pobre memoria operativa enfrentan.
9. Problemas de atención
Con frecuencia los maestros interpretan el problema principal de estos niños con limitaciones en la memoria operativa como falta de atención y motivación; los describen como si tuvieran un pobre lapso de atención y facilidad para distraerse. Además, las observaciones en el aula revelan altos niveles de inatención y distractibilidad.  Aunque no hay evidencia consistente de que estos niños tengan un déficit atencional, un desempeño apropiado en tareas complejas que requieren de memoria operativa exige una regulación de la atención para poder mantener la concentración en actividades que son desafiantes mentalmente.  Los niños con una pobre memoria operativa tienden a distraerse cuando deben ejecutar actividades cognoscitivas exigentes porque se recarga la memoria y los niños ya no pueden mantener en la mente la información necesaria para guiar su actividad mental.  Adicionalmente, sus dificultades en la memoria operativa pueden hacer que pierdan el hilo de las discusiones en clase y como consecuencia se distraigan.  Estas son posiblemente las razones por las cuales los educadores perciben los problemas de estos niños como una dificultad atencional.
Es importante anotar que cuando los niños comienzan una actividad, por lo general se muestran dispuestos, presentando un desempeño adecuado al comienzo, pero luego pierden el foco de atención y comienzan a presentar errores.  Por esta razón es que los problemas de inatención y distractibilidad parecen ser más una consecuencia de la recarga de la memoria operativa que una falla primaria en su capacidad atencional.
Las características de los niños con problemas en la memoria operativa que se han descrito tienen como consecuencia un progreso académico sea pobre.  Su dificultad hace que se frustre durante la realización de actividades académicas y por lo tanto se desmotive.  Finalmente, su autoestima termina siendo vulnerada.  Por lo tanto, se hace necesario que los maestros tomen medidas para apoyar a estos niños en el aula de clase.  Reconocer este tipo de dificultades en los niños es un primer paso necesario para iniciar una intervención apropiada a nivel escolar.
Bibliografía
Alloway, T.P. (2006).  Making ‘working memory’ work in the classroom.  Early Years Update, Issue 42, 9-11.
Alloway, T.P. y Gathercole, S.E. (2005).  Working memory.  Teaching, Thinking and Creativity, Winter, 48-51.
Alloway, T.P. y Gathercole, S.E. (2006).  How does working memory work in the classroom?  Educational Research and Reviews, 1(4), 134-139.
Gathercole, S.E. y Alloway, T.P. (2007).  Understanding Working Memory: A Classroom Guide. Londres: Harcourt Assessment.